por amnistia y derechos fundamentales

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jueves, 18 de septiembre de 2014

LA CELDA Nº 5, NUEVA CANCIÓN DEL ARTISTA DEL PUEBLO WALTER HUMALA

"La burguesía quiere del artista un arte que corteje y adule su gusto mediocre."
José Carlos Mariátegui

El cantor del pueblo y activista de nuestra organización, Walter Humala, nos presenta su última producción musical; un canto de denuncia y fortaleza frente a la persecución política que desenvuelve el Estado y gobierno de derecha. Esta canción es un testimonio hecho música, capaz de alzar su voz ante el odio y la venganza del encierro. Es también un canto de paz y reconciliación, un llamado de rechazo a toda pretensión de negar la libertad de expresión, pensamiento y organización.

"Ya las cosas han cambiado 
y aquel que no quiera ver, 
es que sigue traficando 
con la sangre derramada..."


https://www.youtube.com/watch?v=vZBC4xgSI2Q

¡SOLUCIÓN POLÍTICA, AMNISTÍA GENERAL Y RECONCILIACIÓN NACIONAL!
¡ABAJO EL PLAN DE PERSECUCIÓN MACARTISTA E INQUISITORIAL DEL ESTADO Y GOBIERNO DE DERECHA DE OLLANTA HUMALA!

¡CONTRA LOS PLANES DE PRIVATIZACIÓN DEL ESTADO Y LA REACCIÓN! ¡DEFENDER EL DERECHO FUNDAMENTAL DEL AGUA PARA EL PUEBLO!


Como parte de la profundización del capitalismo en nuestro país y para hacer frente al momento crítico que afronta el proceso económico neoliberal impuesto desde los noventa, se están adoptando medidas  para impulsar la inversión privada y el gasto, todo dentro de los planes económicos que desenvuelve el Estado y el actual gobierno de derecha encabezado por Ollanta Humala en beneficio de las clases explotadoras. No es novedad, entonces, las declaraciones de los funcionarios del Estado que en estas últimas semanas, nuevamente, han puesto sobre el tapete el tema sobre la privatización de Sedapal, así como el rechazo que ha generado esto en los gremios de trabajadores y usuarios de este recurso hídrico tan valioso, y que se viene haciendo extensivo al reclamo de toda la población, en especial de los más pobres, por defender el derecho al agua.

Por un lado, el ex ministro de economía, Miguel Castilla ha dicho “abrir Sedapal al capital privado” rememorando las oleadas de privatización que engulleron a las empresas públicas eléctricas. Y ha mencionado, además, que Sedapal debe “salir a la bolsa”, lo que significa que este empresa pública cotice dentro de la Bolsa de Valores de Lima, poniendo un precio a sus acciones para venderlas a los privados, como pasa con Petroperú que tiene el 49% de sus acciones en manos de capitales privados. Por su parte, Von Hesse, ministro de vivienda ha mostrado su aprobación para fomentar la participación privada, ya sea vía accionaria o a través de las APP (Asociaciones Público Privadas). En concreto, apuntan a la privatización y a la negación de un derecho no solamente fundamental, sino constitucional que la clase y el pueblo han conquistado y que hoy pretender conculcarlo. 

Es responsabilidad del Estado implementar servicios básicos como luz, agua, desagüe y saneamiento para el pueblo, generándole mejores condiciones de vida. Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), existen alrededor de 7 millones de personas, a nivel nacional, sin acceso al agua potable segura mientras que 10 millones no cuentan con saneamiento y según el INEI y la Encuesta Nacional de Hogares del 2010  solo en Lima Metropolitana, el 50,3% de los más pobres cuentan con acceso al agua. Además, quienes no tienen una conexión de agua, se ven obligados a comprar al camión cisterna agua potable en más de doce veces su precio. Ésta es la situación en la vive nuestro pueblo, explotado y oprimido ante la incapacidad del Estado que en  más de 20 años de aplicación del neoliberalismo no le resuelve sus necesidades básicas, las masas populares siguen viviendo en las peores condiciones, ejemplo de ello son las cifras que constatan el olvido y la desatención del Estado por garantizar derechos fundamentales como son los servicios básicos, entre ellos el agua, derecho fundamental para la vida.

Por ello,  es necesario  luchar por alcanzar mejores condiciones de vida para nuestro pueblo. Enarbolamos la bandera de defensa de nuestros  recursos naturales, por producción nacional y trabajo para el pueblo, en un contexto donde las clases explotadoras desenvuelven una mayor esquilmación de la clase, el pueblo y los recursos naturales. En estos últimos días, el Sindicato Único de Trabajadores de Sedapal, ha denunciado públicamente que las cabeceras de cuenca de donde Sedapal obtiene agua para abastecer Lima, serán privatizadas, aduciendo que ya se tiene en la mira licitarlas a partir de enero del año próximo a cargo de Proinversión.

Así vemos, que el Estado y la reacción continuarán aplicando su plan de nueva acumulación originaria en beneficio de unos pocos, mientras se vulneran los derechos de miles de obreros y trabajadores. Nos solidarizamos con la lucha de los gremios de Sedapal, así como de las organizaciones populares que han salido a rechazar las pretensiones de privatización del líquido elemento. Aún más, frente a la preocupación de los trabajadores por defender su derecho al trabajo, ya que la privatización acarrearía despidos masivos y el arrasamiento de derecho laborales. Rechazamos los planes de la reacción de privatizar la empresa pública de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado en Lima, que tras el argumento de un supuesto quiebre se pretenda preparar el camino para su privatización. La experiencia en Latinoamérica y en otros países del mundo, ha demostrado que los procesos de privatización de las empresas públicas no han generado mayor rentabilidad siendo privada y menos han podido garantizar el acceso al agua para los más pobres, al contrario, ha generado incrementos en las tarifas conllevando al rechazo de la población. Aquí cerca, en nuestro país, vemos el caso de Tumbes, donde la empresa que provee de agua a la población fue privatizada en el 2005, y según la SUNASS; ésta región tiene la segunda cobertura de acceso al agua más baja en todo el Perú.


Llamamos a nuestro pueblo a defender el derecho fundamental del agua, y a exigir que el Estado garantice su acceso, principalmente para las comunidades que viven en las zonas más pobres  de la ciudad y el campo. La lucha popular continuará desarrollándose, aún más, en medio de una coyuntura electoral donde las masas una vez más son arena de contienda en  función de votos, llamamos a no olvidar que el pueblo todo lo ha conseguido con ardua lucha, nada nos cae del cielo.

Nos reafirmamos en continuar luchando por los derechos fundamentales y de nuestro pueblo, a pesar de la constante hostilización hacia nuestra organización  seguiremos sirviéndolo de todo corazón y con desinterés absoluto. Denunciamos la persecución política macartista e inquisitorial contra los comunistas, contra los marxistas-leninistas-maoístas, pensamiento gonzalo, contra los verdaderos demócratas, y todo aquel que discrepe del régimen, extendida a las luchas del pueblo. Reiteramos  la necesidad de una solución política, amnistía general y reconciliación nacional,  y saludamos  la incorporación de nuevas  voces democráticas a esta demanda que  beneficia a la nación, al pueblo y a la sociedad peruana. 

¡CONTRA LOS PLANES DE PRIVATIZACIÓN DEL ESTADO Y LA REACCIÓN!
¡DEFENDER EL DERECHO FUNDAMENTAL DEL AGUA PARA EL PUEBLO! ¡NO A LA PRIVATIZACIÓN DE SEDAPAL!
¡POR IMPLEMENTACIÓN DE LOS SERVICIOS BÁSICOS DE LUZ, AGUA, DESAGÜE Y SANEAMIENTO PARA EL PUEBLO!
¡POR MEJORES CONDICIONES DE VIDA PARA NUESTRO PUEBLO!
¡APOYAMOS LAS LUCHAS DE NUESTRO PUEBLO!
¡ABAJO EL PLAN DE PERSECUCIÓN MACARTISTA E INQUISITORIAL DEL ESTADO Y GOBIERNO DE DERECHA DE OLLANTA HUMALA!

¡SOLUCIÓN POLÍTICA, AMNISTÍA GENERAL Y RECONCILIACIÓN NACIONAL!

lunes, 8 de septiembre de 2014

POR LA DEFENSA DE LA SALUD DEL PUEBLO

¡SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DE LOS MÉDICOS DEL PERÚ!
¡NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD!

En medio de las contradicciones que se agudizan en el seno de la reacción peruana, las luchas del pueblo continúan desarrollándose y mostrando, aún más, su rechazo a los planes económicos y políticos que el Estado y el actual gobierno de derecha de Ollanta Humala, pretender imponer a sangre y fuego.

Huelga Médica. (Foto: La República)Más de cien días vienen resistiendo los médicos del Minsa, con una huelga nacional indefinida que apunta a radicalizarse con la entrega de hospitales, frente a la indolencia del gobierno por solucionar las demandas en el sector salud. La reforma dentro de este sector, en esencia niega el derecho fundamental de la salud al pueblo, tras la supuesta modernización y mejoramiento en los servicios de salud, pretendiendo privatizarla, ejemplo de ello, son las concesiones dadas al sector privado como es el caso de las APP (Asociaciones Público Privadas) que están implementándose en algunos hospitales con altas tarifas en los servicios que resultan impagables para los más pobres.

Rechazamos que se niegue el derecho fundamental a la salud del pueblo, así como el arrasamiento de derechos laborales dentro del sector salud, como lo vienen denunciando los gremios médicos afirmando que esta reforma atenta contra la ley del trabajo médico, promueve una mayor precariedad en la oferta laboral con el sistema CAS y bajos salarios. Sumado a ello, es conocida la situación en la cual se encuentran los hospitales públicos por la desatención del Estado, y las condiciones deplorables en las que trabaja el personal de salud que hace maravillas para atender a los miles de pacientes.

Denunciamos que esta reforma de salud es parte de los planes del Estado que lleva adelante este gobierno de derecha, acatando disposiciones del imperialismo y el Banco Mundial para defender y desarrollar el sistema capitalista y continuar con la aplicación del neoliberalismo en el sector salud, sirviendo al plan de nueva acumulación originaria en beneficio de las clases explotadoras. Nos solidarizamos con la lucha de los médicos y de todo el sector salud, rechazamos que se reprima su lucha, y se atente contra la vida de los profesionales y trabajadores del sector salud. La huelga es un derecho reconocido por las leyes peruanas y a nivel internacional, derecho que ha sido conquistado por la clase y el pueblo y debe ser defendido. Más aún en momentos donde vivimos una persecución política macartista e inquisitorial contra los comunistas, contra los marxistas-leninistas-maoístas, pensamiento gonzalo, contra los verdaderos demócratas y todo aquel que discrepe del régimen, extendiéndose a las luchas del pueblo para detener su avance.

Nos reafirmamos en la defensa de los derechos fundamentales del pueblo, en continuar sirviéndolo de todo corazón y total desinterés. Así como por una solución política, amnistía general y reconciliación nacional que beneficie al pueblo y la nación peruana.

¡ABAJO LA REFORMA DEL SECTOR SALUD!
¡VIVA LA LUCHA DE LOS MÉDICOS DEL PERÚ!
¡APOYAMOS LAS JUSTAS LUCHAS DEL PUEBLO!

¡ABAJO EL PLAN DE PERSECUCIÓN MACARTISTA E INQUISITORIAL DEL ESTADO Y GOBIERNO DE DERECHA DE OLLANTA HUMALA!

martes, 2 de septiembre de 2014

Opinión del columnista Eduardo González Viaña

Interesante opiniòn del columnista y periodista, Eduardo Gonzáles Viaña acerca de la reconciliaciòn nacional y la paz. 

La paz y la muerte

 Diario Uno, 24 de agosto del 2014

De eso han pasado casi 30 años. Se iniciaba en el Perú una guerra demencial.

Un día de junio de 1985, yo iba a morir.
Por lo menos, otras 90 personas volarían conmigo por los aires en una casa de Trujillo.
Estábamos en el jurado departamental de elecciones. Bajo la mesa en la que yo me encontraba, había sido colocado un explosivo. La razón de sus ejecutores era sencilla: de acuerdo con su punto de vista, las elecciones eran un juego fraudulento del Estado burgués.
Era yo entonces candidato al Senado de la República por la Izquierda Unida. En el departamento de La Libertad, los votos preferenciales me otorgaban una holgada mayoría sobre todos los otros candidatos al Senado de la misma agrupación. Mientras se contaban los votos, me sentía agradecido por la generosa preferencia de mis paisanos.
De pronto, mi pie derecho chocó contra un bulto bajo la mesa. Era un envoltorio sospechoso, una posible bomba. “Levántense, por favor”, dije, y sin pedirme explicaciones, todos lo hicieron. Al salir nosotros, la policía especializada ubicó y desactivó el artefacto explosivo.
De eso han pasado casi 30 años. Se iniciaba en el Perú una guerra demencial. Los miembros del grupo que puso aquella bomba se lanzaron al abismo de una violencia sin fin.
Del otro lado, el Estado les respondió pocas veces con tino y prudencia. El gobierno de aquellos años tuvo la idea depravada de masacrar a centenares de presos rendidos en una cárcel peruana.
Se suele atribuir al diablo la paternidad de todo lo perverso. A veces pienso que él no es tan necesario y creo que los seres humanos suelen tener poderes casi sobrenaturales para ejercer el mal y ser infernales con sus víctimas. Ese fue el caso de ese gobierno y el de la dictadura interminable que le sucedió.
Los peruanos de esas épocas hemos padecido el tormento de estar encerrados en un sánduche. Había terror de uno y otro lado. En el país, se operó una verdadera guerra étnica en la que quien tenía orígenes andinos era sospechoso. Podía ser ejecutado por Sendero o apresado, torturado y desaparecido por las Fuerzas Armadas.
Después de tantos años, tuve la esperanza de que el nuevo gobierno iniciaría un camino de paz. Voté por el señor Humala sin hacerme la ilusión de que una gran transformación estuviera a la vista. Lo hice, sobre todo, porque me espantaba su adversaria.
No obstante, nunca podré entender bajo qué lógica se prohíbe un movimiento en el que los subversivos se rinden y piden amnistía, y, en el otro lado, se acepta con naturalidad la existencia de un partido político “fujimorista”.
No hay planes en ese partido. Su único fin es el indulto de Alberto Fujimori, quien durante 10 años capitaneó un régimen de terrorismo estatal construido a base de genocidios, manipulación electoral, corrupción a tiempo completo y cementerios clandestinos por uno y otro lado del Perú.
Fujimori fue el comandante supremo que ocultó, justificó y amnistió crímenes contra la humanidad, y ahora se defiende diciendo que los ignoraba, o achacándoselos a la institución militar que no podría haber actuado sino bajo sus órdenes. ¿Se permiten partidos hitleristas en Alemania?
Como si se aceptara que uno de los terrorismos es bueno, este señor recibe una cárcel de cinco estrellas. Y sin embargo, enfrente, el otro condenado por terrorismo, un hombre anciano y sobre todo, ya rendido, tiene que sufrir el ingreso de los guardias carceleros a su calabozo perpetuo para confiscar lo que escribe y lee.
Estuve a punto de morir un día de junio de 1985. Agradezco a Dios que eso no ocurrió porque, entre otros premios de la vida, tengo la ocasión de olvidar y perdonar lo que me pudo ocurrir, desear que no se desbarate el Estado de derecho y ansiar que nuestros gobernantes no pasen a la historia como continuadores de una guerra sin término sino como hacedores generosos de la paz y la reconciliación.

 Fuente: http://diariouno.pe/columna/la-paz-y-la-muerte/